Se han dicho muchas cosas, y todas ellas muy interesantes hoy, en nuestro tercer programa de nuestra segunda temporada de La voz en color. Con nosotros han estado ni más ni menos que uno de los máximos exponentes actuales de la escena musical madrileña actual: Layabouts.
Hemos hablado de ellos, de su formación, influencias, la situación del rock español en inglés y por supuesto el estado de la escena musical en España. Todo ello formando un compendio con el cuál poder entender las claves de la realidad musical a cargo de uno de los grupos más en forma.
Desde La voz en color, nos enorgullece enormemente poder entrevistar desde nuestros medios a un grupo como Layabouts, componiendo un buen rato radiofónico y entrañable a partes iguales.
Esperamos con todo nuestro empeño, sacrificio y esfuerzo que os guste.
El equipo de La voz en color.
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Especial Layabouts
Layabouts nace del encuentro de cuatro jóvenes madrileños: Javi, Jon, Rober y Víctor, que se juntan en Octubre de 2005 para formar una banda de pop guitarrero, con una clara influencia británica. La cosa empieza a funcionar desde el principio y salen canciones de forma natural donde el protagonismo lo tienen las melodías vocales y los riffs de guitarra.
Como principales influencias suelen nombrar a Joy Division y los grupos americanos de garage de los 70, aunque es fácil reconocer las raíces en los clásicos de los 60 y las grandes bandas del rock. Así, podemos oler aromas a Beatles, Kinks, The Who o hasta The Cure en sus canciones. También tienen sus referentes en la música actual y no dudan en mostrar su admiración por bandas como The Killers, Bloc Party, The Bravery, The Kooks, We are Scientist, Arctic Monkeys…
El 5 de abril de 2006, con apenas seis meses de vida como grupo, se produce su debut sobre sobre los escenarios madrileños en la emblemática sala Moby Dick con un gran éxito. La sala registró un casi lleno y el sonido fue impecable, lo que hizo que algún responsable de discográfica presente se fijara en ellos. Así mismo, los responsables de programación de Moby Dick les contratan para participar en el ciclo de conciertos para menores La Caja de Música, porque el que han pasado nombres como The Sunday Drivers, Deluxe, Budapest, The Posies, La Casa Azul, Nada Surf, Paul Collins o Nosotrash.
El 5 de abril de 2006, con apenas seis meses de vida como grupo, se produce su debut sobre sobre los escenarios madrileños en la emblemática sala Moby Dick con un gran éxito. La sala registró un casi lleno y el sonido fue impecable, lo que hizo que algún responsable de discográfica presente se fijara en ellos. Así mismo, los responsables de programación de Moby Dick les contratan para participar en el ciclo de conciertos para menores La Caja de Música, porque el que han pasado nombres como The Sunday Drivers, Deluxe, Budapest, The Posies, La Casa Azul, Nada Surf, Paul Collins o Nosotrash.
Tras sus primeros conciertos se suma al grupo para los directos Martí Perarnau (Underwater Tea Party, Sixty-nine Million Inches) para arropar las canciones con los sintes. Los arreglos que introduce Martí dotan a las composiciones de Layabouts de unas dimensiones mucho mayores y su presencia se hace indispensable sobre los escenarios.
Tras unos meses como músico colaborador, Martí queda integrado plenamente en la banda antes de que el grupo se meta en el estudio para grabar su primer disco. El quinteto viaja a las cálidas tierras del Puerto de Santa María en marzo de 2007, donde graban con la producción de Paco Loco en los Estudios Odds su álbum de debut.
Las grabaciones fueron rápidas y se hicieron en un tiempo menor al inicialmente previsto y las mezclas se mandan a los estudios Sonoland de Madrid, donde Dani Altarriba se encarga de la masterización. El resultado de este trabajo son once cortes que forman “Layabouts”, un disco que podría catalogarse de “rock bailable” pero que tiene garage, power pop, rock...
Tras una larga gira de presentación de “Layabouts”, el grupo se puso a componer las canciones de su segundo trabajo. El nuevo disco tenía que representar muy bien el momento de la banda y lo que querían comunicar, por ello se tomaron más tiempo en prepararlo que su disco de debut, que fue un trabajo enérgico, visceral y espontáneo.
“…And they ran into the woods” nace de un ejercicio de introspección, de un análisis personal de cada uno de los miembros, de una mirada a su interior para sacar lo que querían mostrar exactamente. Se trata de un disco mucho más trabajado, mucho más elaborado, mucho más maduro.
Para la grabación se buscó a uno de los mejores productores de rock que hay en España y Layabouts se desplazó hasta el País Vasco para trabajar junto a Kaki Arkarazo. Aquello también influyó de manera notable. Los estudios Garate de Andoain, perdidos entre las montañas de Guipúzcoa, dieron la tranquilidad necesaria para estar 100% concentrados en el disco que tenía que mostrar si Layabouts seguía siendo una promesa o si ya era una realidad.
Las grabaciones se alargaron durante un mes y el resultado se envió a masterizar a los estudios PoM Master de París bajo el control de Pompon F. El disco resultante es una expresión de rock en toda regla, más alejado de las luces de neón y las pistas de baile de su predecesor, y más cerca del garage americano de los 70. Se trata de un disco más oscuro pero mucho más sincero y emocionante.
Tras la grabación del disco, Martí Perarnau se vio obligado a abandonar la banda ante la imposibilidad de compaginar su actividad en Layabouts con la de Underwater Tea Party, grupo en el que era la voz principal, teclista y guitarrista.
Una vez terminado el trabajo de grabación comenzó la búsqueda de sello para su publicación. Tras recibir varias ofertas de sellos consagrados de la escena independiente pero sin garantías, el grupo decidió crear su propia discográfica: Homeless Records. Y para debutar como empresa, antes de publicar “…And they ran into the woods” Layabouts decide ofrecer a sus fans un regalo, una edición limitada en vinilo de 10” de “Corrupted scene behind the stage”, el single adelanto del nuevo álbum elegido por los propios fans a través de una votación en MySpace.
Junto al tema principal aparecen publicadas dos canciones inéditas como caras B: “Take’n’break” y una magistral versión de “Inside looking out” de The Animals. Ambos temas se grabaron en sesiones aparte a la grabación del disco y en este caso tuvieron lugar en los estudios Neo Music Box de Aranda de Duero (Burgos) con el maestro Raúl de Lara en los controles. Este single salió publicado en junio de 2009 y en septiembre se lanzó “…And they ran into the woods”, recibiendo excelentes críticas por parte de la prensa y una especialísima acogida por parte del público.
En un breve descanso hacia el final de la gira entran de nuevo en los estudios Garate con Kaki Arkarazo. Allí, graban los diez temas que formarán “Savage behavior”, un directo a la mandíbula, un tren sin frenos, un disco de auténtico rock and roll.
Las guitarras han ganado en protagonismo y encontramos un disco de rock a secas, sin poses forzadas ni artificios retóricos. Desde sus comienzos, Layabouts llevan la sinceridad por bandera en su compromiso con la música. Algo que afianzan y acentúan con su tercer disco.
En los comienzos Layabouts (Wild Thing Records, 2005) recogió los himnos primarios entre guitarras y sintetizadores. Luego …And they run into the woods (Homeless Records, 2009) oscureció y enrabietó su sonido de la mano del productor Kaki Arkarazo, con quien repiten en Savage Behavior (Homeless Records, 2011) para alcanzar una nueva dimensión sonora y de madurez en un álbum cuya primera virtud es que se hace corto.
Sus 10 canciones, directas y concisas, convencen en la inmediatez. Prueba de ello es Fire, con aroma a single de alcance internacional. O los ganchos a la mandíbula marca de la casa que suponen temas como To the end, On my side o el más descarnado Chevy. Y con River of the moon plasman autenticidad en las letras junto a un estribillo que evoca tenebrismo.
Pero también hay novedades. Retazos de rock sureño en It´s all dead o, sobre todo, Rollercoaster. O la exploración de ritmos con guiños al math rock en Numbers Figures. Además, por primera vez, rebajan el pistón y la furia con Falling over (the man who broke the law), mostrando una faceta nunca antes sugerida.
Y por delante de todo, esa declaración de principios que es Rock's dead, un tema redondo donde los coros vuelven a jugar un papel importante.
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